Si dudamos de la credibilidad de una historia, como la de Enemigos, es que tenemos que pensar en nosotros mismos y en nuestra forma de enfrentarnos a los agravios. Porque no. No estamos ante la típica propuesta de venganza y redención, sino ante la clemencia como camino para cambiar mentalidades y, de paso, argumentos gastados.
David Valero, además de utilizar formas vistas del clásico social patrio, aplica grafías actuales para acertar a un público amplio. En los barrios de la periferia alicantina, de fachadas desconchadas y con más vida en las calles que en las viviendas, comparten violencia y banda sonora Chimo y El Rubio, acosado y acosador. Años de persecuciones, maltrato y hurtos que cambian de lado el día que un accidente supone de detonante para la historia y para un chaval que lo único que quería era trabajar y ayudar a su madre a abrir una churrería.
Valero, y su coguionista Alfonso Amador, no juzgan a sus personajes y presentan sus pequeños universos como posibles inspiraciones a sus temperamentos. Es, ante todo, el núcleo familiar el mejor definido y proyectado como condicionante ante la moldeable personalidad adolescente. Los actores, totalmente creíbles y trabajados, la música y el ambiente consiguen un drama eficaz y contundente que habla de… Bueno, id a verla y a ver qué os dice a vosotros.
No Comment